El socialismo debe adaptarse a los tiempos y no aferrarse a dogmas marxistas "derrotados por la historia", dijo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en una entrevista divulgada el sábado por la televisión estatal cubana.
Correa, que terminó el sábado una visita oficial de tres días a Cuba, defendió su visión del llamado socialismo del siglo XXI.
"¿En qué nos diferenciamos? No podemos seguir sosteniendo dogmas que han sido derrotados por la historia: por ejemplo la lucha de clases, el materialismo dialéctico, la estatización de toda la propiedad, la negación del mercado", dijo en comentarios inusuales en Cuba, donde el Estado controla el 90 por ciento de la economía y rechaza los mecanismos de mercado.
"Creemos que cometió errores garrafales el socialismo tradicional y tal vez el más importante de esos errores fue que nunca disputó una noción de desarrollo con el capitalismo", añadió.
En la entrevista, Correa dijo que comparte con el socialismo tradicional la necesidad de una adecuada intervención del Estado en la economía y la sociedad, así como el énfasis en la justicia social.
Asimismo el presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió en La Habana la fundación de una entidad latinoamericana en sustitución de la OEA, y se declaró "escéptico" ante Barack Obama.
"Soy escéptico con respecto a cambios radicales que aplique el presidente de Estados Unidos en política exterior". "Yo he estudiado y he vivido en Estados Unidos y como conversábamos con (el presidente cubano) Raúl (Castro), las diferencias allí entre republicanos y demócratas son las mismas que existen entre Fidel y Raúl" en Cuba, opinó. "En el fondo es lo mismo", dijo.
El presidente de Ecuador defendió en la entrevista la fundación de una Organización Latinoamericana de Estados como transformación del Grupo de Río y en sustitución de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"¿Qué hacemos nosotros resolviendo nuestros problemas en Washington? La OEA es un instrumento panamericano con sede en la capital estadounidense. Necesitamos una instancia para resolver nuestros problemas", consideró. También defendió como alternativa del "capitalismo, que colapsa" al socialismo del siglo XXI "que comparte con el tradicional cosas irrenunciables como la supremacía del trabajo humano sobre el capital y una adecuada intervención del estado en la economía y la sociedad".
