Socialismo de Morón: AEROLÍNEAS ARGENTINAS: INTERVENSIÓN DEL DIPUTADO BASTEIRO

27 agosto 2008

AEROLÍNEAS ARGENTINAS: INTERVENSIÓN DEL DIPUTADO BASTEIRO





Señora presidenta:

Los integrantes del bloque Encuentro Popular y Social venimos a este recinto, junto con los compañeros de Libres del Sur, del Partido de la Victoria y del Partido Socialista de la Provincia de Buenos Aires, para apoyar fervientemente la decisión adoptada por el Poder Ejecutivo que hoy está siendo tratada por esta Cámara de Diputados, consistente en la posibilidad de que el Estado nacional retome el control del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas.

En las últimas semanas los diputados hemos debatido este tema en las comisiones; Personalmente también me tocó discutir en los medios de prensa. En tan poco tiempo me resulta difícil expresar lo que siento por el paso que estamos dando.

A lo largo de este proceso nos encontramos con que muchos diputados plantearon la necesidad de llevar a cabo una investigación sobre las responsabilidades que le podrían caber al grupo Marsans en el vaciamiento de la compañía. Esta es una propuesta que apoyo porque fui uno de los pocos que desde principios de 2001 denunció y explicó ante la opinión pública lo que estaba pasando en Aerolíneas Argentinas y las consecuencias del vaciamiento que estaba llevando a cabo el grupo Marsans a raíz del desvío de los 758 millones de dólares invertidos por la SEPI. Como aquí se ha explicado, el grupo Marsans subrogó créditos en un concurso que motivó la radicación de denuncias en España. Lamentablemente, en la Argentina la Justicia no hizo lugar a esas denuncias.

A lo largo de los 18 años que comprendió el período de privatización de Aerolíneas también me vi obligado a presentar denuncias contra el grupo Iberia y contra la SEPI por el vaciamiento de la empresa. Fueron dieciséis denuncias radicadas en distintos juzgados federales.

Entonces, me parece bien que algunos diputados planteen reclamos o expresen cierto nivel de rechazo hacia determinados funcionarios que llevaron adelante la política de transporte en la Argentina. En este sentido, en más de una oportunidad también me he presentado ante la Justicia para reclamar y advertir que se estaban haciendo mal las cosas.

Todo eso me otorga el derecho moral de venir a esta Cámara a decir que hoy apoyamos fervientemente un proyecto, que incluso pudo haber sido elaborado por la propia Secretaría de Transporte. Digo esto porque cuando entendimos que no se estaban cumpliendo con las responsabilidades recurrimos a la Justicia. Sin embargo, creo que hoy hay diputados que realizan ciertos planteos para conseguir algún rédito político.

El hecho es que nos encontramos ante la posibilidad histórica de recuperar Aerolíneas Argentinas como un bien del Estado, como patrimonio nacional y como un instrumento fundamental para desarrollar una política de transporte aerocomercial.

Tengamos en cuenta que una de las características de la Argentina es la de ser un país muy extenso; estamos hablando de la octava geografía del mundo, con innumerables accidentes geográficos de la envergadura de la isla de Tierra del Fuego, en la que también encontramos cordones montañosos, ríos y todo tipo de accidentes geográficos difíciles de sortear si no es a través del avión. Cada uno de los presentes lo sabe, porque de los argentinos que viven en el interior los legisladores debemos ser los que más viajamos y sufrimos las consecuencias de no contar con un sistema de transporte idóneo y eficiente para trasladarnos. No estoy explicando esto a personas que no utilizan un avión sino a gente que sabe cuáles son las consecuencias. Entonces, me sorprende que a veces se niegue esa realidad o no se la quiera ver.

Hace 18 años y un mes –solicité la información a la Secretaría Parlamentaria- esta Cámara, también en una sesión especial, trató el tema de Aerolíneas Argentinas para frenar aquel proceso de privatización. En aquel momento el diputado Germán Abdala presentó un proyecto de ley para detenerlo. Recuerdo haber estado en un palco bandeja apoyando y esperando la definición. No se llegó al quórum necesario: se juntaron 127 diputados, y lamentablemente la historia nos demuestra lo que sucedió por faltar solo dos diputados que dieran el quórum, con lo que seguramente se habría cambiado gran parte de la historia.
Para mí hoy, 21 de agosto, es un día histórico porque estoy viviendo y recordando todos aquellos momentos. Me alegra enormemente, me pone eufórico, poder estar sentado en este recinto de la Cámara de Diputados, rodeado de trabajadores aeronáuticos que se movilizaron para apoyar este proyecto.

Creo que algunos diputados confunden a la opinión pública cuando dicen que va a haber que pagar una deuda de 890 millones de dólares. Nadie dijo eso; nadie se hizo cargo. No escuché esto de ningún diputado del bloque oficialista y tampoco hay un proyecto que lo diga.

Como ustedes saben, hay una comisión, representada por el Estado y por el grupo Marsans y controlada por el Comité de Tasación, que está funcionando en el ámbito de la empresa. Está controlada por la AGN y por esta Cámara de Diputados a través de la Comisión Bicameral, que hará el seguimiento de cuál va a ser el monto real de esa deuda que seguramente está inflada. Por eso hay que trabajar, investigar y sacar polvo y paja de esa deuda a fin de pagar lo que realmente corresponda, es decir, principalmente aquellas deudas que se puede tener con empresas y proveedores de Aerolíneas Argentinas. Se trata de pymes que, en caso de que la empresa provocase una quiebra, también van a tener consecuencias más que nefastas no sólo para los 9 mil empleados de Aerolíneas Argentinas sino para otros tantos, casi 10 mil trabajadores de empresas indirectas, sin considerar las consecuencias que pueda traer para el turismo y sus puestos de trabajo.

Quiero explicar que es totalmente ilógico e irreflexivo, es una propuesta totalmente inicua plantear la quiebra o la posibilidad de crear una nueva compañía, así como también cualquier otro proyecto que no asuma el compromiso de hacer este salvataje que se está haciendo, que es fundamental para desarrollar una política aerocomercial y cualquier política de transporte, y para volver a tener la posibilidad de volar en aviones seguros.

Aerolíneas Argentinas estatal fue una empresa muy buena, rentable y eficiente. Competía a nivel internacional con las empresas más importantes; lo hacía muy bien y ganaba en esa puja. El proceso privatizador nos dejó con la realidad actual y llevó a la empresa a la quiebra en dos oportunidades: en 2001 y 2008. En el año 2001 fueron los trabajadores y el pueblo argentino los que se movilizaron para evitar esa catástrofe. Por suerte, hoy tenemos un gobierno que asumió la responsabilidad de encontrar una solución, y por eso tenemos este proyecto de ley que se ha enviado a esta Cámara de Diputados sin haberse buscado ningún otro artilugio que no fuese constitucional.

Además, esta Cámara tuvo la valentía y la inteligencia de modificar oportunamente la iniciativa para impedir un nuevo proceso de privatización y tener las manos libres para poder decir que sí o que no cuando llegue la propuesta de la comisión que está negociando el precio de la compañía.
Cualquier otro análisis hecho por algunos bloques de esta Cámara persigue únicamente el fin de obtener un provecho político sin que le importen los trabajadores, la actividad aerocomercial ni las propias provincias de donde vienen, muchas de las cuales son muy lejanas y no cuentan con otra posibilidad de vinculo geográfico.

Para darle el tiempo a mi compañera voy a concluir diciendo que vamos a apoyar fervientemente esta propuesta. Hoy, 21 de agosto, no sólo somos diputados: somos argentinos. Quiero reivindicar y levantar la consigna que en el año 2001 hizo propia la totalidad del pueblo argentino: hoy todos somos Aerolíneas. (Aplausos.)